El maestro se consagró por séptima vez en el césped inglés, se coronó tras ganarle a un buen Andy Murray, que jugó cercano a sus posibilidades, se quedó con el primer set y en un descuido se le escurrió el segundo, fue todo lo que hizo falta para que Roger se serenara y empezara a jugar su tenis, que no es el de nadie, y eso es lo que imanta a todos y todas, su estilo, su elegancia, su naturalidad.
Yo no puedo aportar mucho mas, sepan disculpar, mis limitaciones sobre el caso me impiden excederme.
Tal vez valga decir que cuando uno se da cuenta que está ante tamaña leyenda solo resta disfrutar, y eso es lo que nos pasa un poco a todos, ya pasó la vorágine con la que se llevaba título tras título, uno sabe, con certeza, que esto se empieza a acabar, entonces uno los disfruta como corresponde, sabe que es un plus que el deportista te entrega, "tomá, disfrutalo, es para vos", y uno lo disfruta, no puede hacer menos que eso.
De pie señores, hay un tipo con una raqueta, y una elegancia, que empieza a desandar sus últimos caminos, no sabemos si habrá mas, tal vez ya no haga ni falta.
Todo lo que venga sera bienvenido, hasta acá nos sentimos conformes de haber visto este bicho raro.
Continuará?
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