lunes, 27 de agosto de 2012

Pumas - Sprinboks

Tuvimos la suerte de poder asistir a ver el primer partido de los Pumas en semejante torneo.
Día frío, nublado, mucha gente, algunos turistas locales, sudafricanos eskabiando desde la primera hora, todos con sus camisetas verdes características sin ningún problema, de paseo esperando una buena victoria de su equipo, y sino, quien les quita lo bailado.
Volvamos al estadio, gran ambiente, fans de la ovalada, y no tanto, nos dimos cita a las 16 hs. para poder ver/disfrutar de un evento de calidad internacional, mas allá del resultado, la expectativa es ver el mejor nivel del rugby en vivo y en directo, y si Los Pumas están a la altura, pues mejor aún.


Una semana atrás en Sudáfrica debutamos y perdimos por 27-6, un resultado digno, esperable, donde el equipo argentino mostró una buena defensa y poco ataque, y algunos errores que le costaron puntos.

Hablemos un poco de lo que vimos, gran ambiente a la hora de los himnos, algo esperable, ya un clásico de estos tipos. Gran primer tiempo del equipo argentino, tras un primer penal errado por los sudafricanos y otro por los nuestros se abrió el marcador, penal y 3-0, delirio, pedíamos la hora en la tribuna, pero faltaba mucho. En la mejor jugada colectiva del partido el equipo argentino machacó el ingoal hasta que logró quebrarlo, tras una buena escapada de Eusebio Guiñazú, el crédito local, Santi Fernandez sumergió la bola en el verde césped del Malvinas, de no creer, 10a0, uno intuía que iba a durar poco, y así fue, se vinieron los muchachos de verde con todo, presión y mas presión, la defensa argentina (punto mas alto en el primer partido) volvió a responder a la perfección, por lo menos en cuanto a evitar tries, se cometieron algunos penales evitables, uno fue aprovechado y la cosa se puso 10a3, buena reacción de los pumas y la cosa se puso 13a3, se moría la primera mitad, toda la carne en el asador, el público no daba crédito a la actuación descollante del equipo nacional. No quiero arriesgar pero debe ser uno de los mejores primeros tiempos que este equipo haya jugado nunca.



Entretiempo, un poco de circo, gonzalito tratando de remarla desde el campo, una batalla de djs para entretener a la gente y de vuelta al colegio.

Todo muy lindo hasta acá, había que aguantar el embate springbok en el segundo tiempo, de la constante presión sacaron un penal, 13a6 la cosa, acto seguido los pumas se plantaron en cancha sudafricana y obtuvieron nuevamente la distancia del inicio , 16a6, promediaba el segundo tiempo y la cosa entraba en la recta final. Los Pumas lo empezaron a sentir, hicieron un par de buenas jugadas en ataque y estuvieron cerca del ingoal ajeno, pero la marca sudafricana no es fácil de vulnerar, cualquier error se puede pagar caro. Minuto 65, fatídico, de la larga posesión argentina salió la guinda hacia la linea, guindazo al fondo, pero no, la guinda se estrelló contra los brazos de un springbok, mala suerte, le quedó servida para el try. Conversión. Silencio. Frío. Desazón. Empate. Quedaban diez minutos, no volaba una mosca, toda la euforia se esfumó de un plumazo, no había que equivocarse, estos tipos no son lo que son de casualidad. El 16a16 era, a priori, injusto, eso sentimos todos, pero claro, quedaban diez minutos y había que aguantar, no queríamos/merecíamos perder, pero a ellos no les calentaba mucho eso, habían venido a ganar y demasiado habían boludeado hasta ese momento. Con el oxígeno que quedaba se trató de buscar, no pudimos, ellos atacaron en forma asociada un par de veces, pero tampoco pudieron, tuvieron un penal y no lo metieron. Final.

Se acabó la cosa, el paso de Sudáfrica por Mendoza ya era historia, la cara de los jugadores locales lo decía todo, apenados por dejar escapar "la" oportunidad, pero contentos por haber hecho un partidazo, la gente aplaudió de pie, fue un encuentro emotivo y de alto vuelo. Se cumplieron las expectativas, se superaron diría yo, ampliamente, los mendocinos volvimos a nuestro hogar, los sudafricanos y demás visitantes volverían a los bares respectivos a seguir disfrutando del pequeño viaje.



La cosa sigue de visitante, a Nueva Zelanda primero y a Australia después.
El rugby nacional deberá capitalizar toda esta movida, el deporte debería crecer cuantitativa y cualitativamente gracias a esta experiencia.
Ojalá que podamos ver nuevamente este espectáculo el año que viene.

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