miércoles, 15 de marzo de 2023

Una medalla para Japón

Falleció Kenzaburo Oe, escritor ponja que pasará a la historia, aparte de por su gran obra literaria, obviamente, por ser el segundo japonés en ganar el Nobel de Literatura (año 1994), tengo cierto fetiche con los escritores nipones, un día me presenté en la librería de la calle buenos aires y la empleada me recomendó "lo bello y lo triste" de Yasunari Kawabata, pum, me explotó en la cabeza, me hizo bajar diez cambios, un crack, dicho sea de paso, fue el primer ganador del Nobel de su país. Su discípulo, Yukio Mishima, también merodeó el Nobel, otro crack tremendo, he leído lo que he podido de ambos. Con Kenzburo me pasó lo obvio, ganó el premio y lo fui a buscar, leí "un asunto personal", bravo, áspero, cuenta la vida con un hijo con una deformidad, los japoneses pueden ser muy viscerales dentro del decoro que manejan, hay una mezcla hermosa, te la dan con vaselina digamos. Después compré "el salto mortal" y no lo terminé, un enrosque el libro, me gustó pero me cansó, últimamente vengo dejando varios a la mitad, no me siento bien con eso pero tampoco quiero cortar la fase de lectura y me pasa que empiezo a buscar otras actividades porque el libro me cuesta y termino haciendo cualquier cosa, corto por lo sano, lo dejo y busco otro. Ishiguro también ganó el Nobel, no he leído nada de él, debería. He leído mucho Haruki Murakami, ese no te deja a pata nunca, en realidad hay unas recopilaciones de sus cuentos que no les encontré mayor sentido, pero las novelas, más menos, me han gustado todas. Siempre del lado oriental de la vida, no falla. 


Ayer se entregaron los premios "Huarpe" a la excelencia deportiva, lindo reconocimiento para los deportistas, en su mayoría, amateur. Estuvieron freezados mucho tiempo, en mi época siempre los otorgaban, un año estuve ternado, creo que 2.005 o algo así, era el clásico relleno de la terna, los otros dos eran selección nacional, pero bueno, por ahí debe andar el diploma recordatorio, una cena llena de deportistas nunca puede estar mal, al contrario. Todo cuesta un huevo para el deporte no rentado. Siempre tuve debilidad por el deporte amateur, me copan mal las olimpíadas, miles de deportistas ignotos disfrutando su segundo de reconocimiento, mucha superación personal y pocas medallas suele ser la ecuación, pero, justamente, es lo que me gusta. Estuve como productor de un programa de tele (Ovación Tv) que iba (todavía sigue al aire en canal 7) los domingos en la noche, era mucho fobal y poco de lo otro, pero las mejores notas se las hacíamos a los deportistas ignotos que contaban la cantidad de horas que entrenaban, los esfuerzos que hacían por tratar de clasificar y así, eran un disfrute, ni hablemos si lograban una medalla, ahí la exposición y el esfuerzo podía tener un gran reconocimiento y cierto rédito, todo largamente merecido, obviamente. Deportes en el recuerdo parece esto, me excedí, pero bueno, no se quejen.


He dado lo mejor de mí, la cortamos acá.


@el3delaU



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